Mazatlán, Sinaloa.– El 15 de agosto de 1961 quedó marcado en la historia deportiva de Mazatlán como el día en que se colocó la primera piedra del Estadio Teodoro Mariscal, actual casa de los Venados de Mazatlán.

Aquel acto simbolizó el inicio de un sueño: construir un espacio digno para que el beisbol profesional brillara en el puerto y para que la afición disfrutara del deporte que corre por las venas de esta ciudad. 

Durante la colocación de la primera piedra el entonces alcalde de Mazatlán, José Antonio Toledo Corro, encabezó la ceremonia de colocación.

A lo largo de las décadas, el Teodoro Mariscal ha sido testigo de la evolución del beisbol, de la llegada de figuras nacionales e internacionales y de celebraciones que han unido a generaciones enteras de aficionados.

El estadio Teodoro Mariscal, fiel a la naturaleza de los mazatlecos y sus tradiciones, es el escenario idóneo para recibir los eventos de la máxima fiesta del puerto, el Carnaval Internacional de Mazatlán, ha sido testigo de coronaciones de reyes, generaciones han cantado y disfrutado de un espectáculo musical y cultural.

Ante la espectacular vista que genera desde una toma área y la gran fiesta que se vive en su interior, su ubicación e iluminación, la casa de Venados de Mazatlán fue catalogado como uno de los mejores estadios de beisbol, en México, por la MLB en el 2021, en su cuenta de Tik Tok.

Remodelado en varias ocasiones, hoy es uno de los estadios más modernos y emblemáticos de la Liga ARCO Mexicana del Pacífico.

Más que un recinto deportivo, el Teodoro Mariscal es un símbolo de orgullo, tradición y pasión. Y todo comenzó aquel 15 de agosto, con la colocación de una piedra que se convertiría en la base de muchas historias por contar.